Debido a que la intensidad del peeling se puede graduar dependiendo del agente exfoliante que se utilice, prácticamente cualquier persona puede ser candidata a un peeling. 

De hecho, los peelings no sólo se limitan a la cara, también se pueden realizar en zonas como cuello, escote, dorso de manos y espalda.

Existen muchas condiciones de la piel en donde está demostrado que los peelings mejoran la calidad y la apariencia de la piel. Desde la persona que está interesada en tener una piel más clara y suave, hasta el paciente que sufre brotes recurrentes de acné en una piel grasa y con cicatrices.

• Mejorar la apariencia y calidad de la piel (una piel más suave y lisa)
• Disminuir las hiperpigmentaciones o manchas por diversas causas
• Atenuación de líneas de expresión y arrugas causadas por el daño solar y el envejecimiento
• Controlar el exceso de piel grasa o seborréica
• Disminuir y controlar los brotes por acné
• Mejorar la apariencia de las cicatrices
• Atenuación de la apariencia de los poros abiertos

Un peeling es un procedimiento ambulatorio, es decir se puede realizar en el consultorio de un médico especialista. Después de haber hecho un interrogatorio y una valoración clínica de la condición a tratar, el médico toma la decisión junto con el paciente del esquema de exfoliaciones más apropiado dependiendo del tipo de piel, tono y condición a tratar.

El primer paso de un peeling, es realizar una apropiada limpieza de la zona a tratar para después aplicar una solución desengrasante la cual permite que el peeling penetre y actué de forma eficaz. Posteriormente el dermatólogo aplica una o más capas de las soluciones de los agentes quimoexfoliantes (alfa hidroxiácido, beta hidroxiácidos, acido mandélico etc.) con la técnica y las medidas de protección adecuadas.

Durante una exfoliación, la mayoría de las pacientes perciben una sensación de ardor tolerable que dura de 5 a 10 minutos aproximadamente, seguida de una sensación punzante. En casos de que las molestias incrementen y sean indeseables, en cualquier momento del peeling el dermatólogo tiene la capacidad de neutralizar el ingrediente activo para detener el efecto y disminuir las molestias. También se suelen usar ventiladores especiales y compresas frías que disminuyen significativamente las molestias.

Dependiendo del tipo de ingrediente activo que se utilizó para el peeling, se produce una reacción similar a una quemadura solar de forma controlada justo después del peeling.  La exfoliación en la mayoría de los casos implica enrojecimiento de la piel seguido de una descamación fina que dura entre 3 y 5 días.

Los peelings muy superficiales y superficiales se pueden repetir a intervalos de 2 a 4 semanas hasta obtener los resultados esperados. 

Los peelings medios como su nombre lo dice son más profundos y por ello suelen presentar enrojecimiento y sensación de escozor en mayor medida. El proceso de descamación puede prolongarse por un periodo de entre 6 a 12 días, y por esta razón se suelen repetir a intervalos más prolongados de 8 a 12 semanas.

Después de un peeling la piel es temporalmente más sensible al sol, por lo que siempre se sugiere el uso de un protector solar de “amplio espectro” con un Factor de Protección Solar de 30 o superior. Se recomienda al paciente que limite su tiempo de exposición solar, especialmente de las 10 am a las 4 pm, que utilice sombrilla o sombrero de ala ancha y un protector solar cada 4 hrs. También se indica una crema hidratante una a dos veces al día para mejor el proceso de regeneración de la piel y acelerar la descamación propia del peeling.

• Eliminación de las células muertas de la capa más externa de la piel
• Textura y tono uniforme de la piel
• Piel más lisa y suave
• Reducción de la inflamación y brotes causados por el acné

Acuda a un dermatólogo para que le ofrezca el mejor plan de peelings de acuerdo a su tipo de piel, su objetivo estético y acorde a las actividades diarias que desempeña. Conozca los beneficios que un peeling puede hacer para mejorar la calidad y la apariencia de su piel.