Fotoenvejecimiento.

Es bien reconocido que las radiaciones solares originan una serie de daños perjudiciales en la piel. Dentro de estos cambios de pigmentación tenemos a los léntigos solares o manchas de sol que suelen observarse en zonas del cuerpo expuestas a los rayos del sol como la cara, cuello, escote, brazos y  dorso de manos. Estas manchas son un mecanismo de protección natural de la piel para que los rayos no penetren y hagan daño a las capas más profundas.

Cuando la exposición solar  ha sido intensa y por muchos años, existe la posibilidad de que un léntigo solar se pueda malignizar. El dermatólogo es el especialista indicado para confirmar o descartar el diagnóstico para poder indicar un plan de tratamiento.

Cambios hormonales.

El melasma comúnmente conocido como paño, cursa con cambios pigmentarios en las zonas fotoexpuestas de la cara como la frente, mejillas, nariz, labio superior y ambos lados de la cara. Es más frecuente en mujeres  a partir de los 30 años que tienen tonos de piel más obscuros. El melasma está asociado a la exposición solar, uso de anticonceptivos, embarazo entre otras causas.

Irritación o Inflamación de la piel

Se pueden desarrollar manchas obscuras después de un episodio de inflamación  o por una lesión directa sobre la piel. La mayoría de las enfermedades de la piel suelen dar inflamación, como ejemplos tenemos al acné, eccema, psoriasis, rosácea entre otras. También pueden quedar manchas como resultado de un quemadura química o solar, una herida traumática o por picaduras de insectos.

Por reacción a  medicamentos.

Ciertos medicamentos pueden aumentar la pigmentación de la piel y provocar manchas obscuras. Los fármacos más COMUNES que pueden ocasionar manchas postinflamacon son los antinflamatorios no esteroideos, las sulfas, tetraciclinas y los medicamentos psicotrópicos.

Diabetes Mellitus

La diabetes puede hacer que ciertas áreas de la piel se oscurezcan. Las condiciones asociadas a la diabetes incluyen a la acantosis nigricans, que ocasiona que la piel se torne obscura y adquiere una textura aterciopelada en cuello, axilas e ingles. Y la dermopatía diabética, en donde se suelen ver manchas de diversos tamaños en las espinillas como resultado de una mala circulación.

Es posible que no siempre sea posible prevenir el desarrollo de manchas en la piel. Por ejemplo, los cambios hormonales durante el embarazo que pueden condicionar un melasma no siempre son posible prevenirlos.

Sin embargo, existen varias acciones que las personas pueden hacer para disminuir las posibilidades de que aparezcan manchas obscuras o evitar que aumenten de tamaño o se oscurezcan más:

• Uso de protector solar con un FPS (Factor de Protección Solar) de al menos 30, diario cada 4-6 hrs, incluso en días nublados.
• Uso de ropa que proteja la piel expuesta al sol, uso de sombrero de ala ancha, sombrillas de colores obscuros con doble forro, uso de lentes obscuros con filtro para la radiación ultravioleta.
• Dar tratamiento a las enfermedades que sabemos que pueden dejar manchas, como es el acné, la dermatitis atópica, rosácea, enfermedades reumatológicas entre otras.
• Evitar la radiación solar especialmente entre las 10 am y las 5 pm.

La mejor opción de tratamiento depende de la causa de la mancha, el tamaño y donde se encuentra ubicada. 

El dermatólogo es el especialista indicado para hacer una valoración completa de sus manchas e identificar porque se están originando. A partir de un interrogatorio detallado y una inspección con lámparas y aparatos especiales, el especialista puede ofrecerle un plan de tratamiento personalizado con una o varias modalidades de tratamiento como:

En la gran mayoría de los pacientes con manchas es necesario prescribir un tratamiento tópico formulado con uno o varios despigmentantes. 

Existen diferentes ingredientes activos dermatológicos con acción despigmentante como la hidroquinona, ácido tranexámico, ácido azeláico entre otros.

Después de la evaluación del origen de la manchas, el dermatólogo decide cuál es el mejor ingrediente activo y con qué frecuencia debe de utilizarse.

La melanina, el pigmento que origina las manchas, se puede depositar en la base de la epidermis (capa más superficial de la piel). 

El principio de los peelings consiste en exfoliar o desprender de forma controlada las capas superficiales de la piel con el uso de ciertos ingredientes activos. Los peelings son de utilidad en el tratamiento de las manchas ya que al exfoliar ciertas capas, también se elimina el pigmento o melanina que da el color obscuro a las manchas.

Es un innovador procedimiento mínimamente invasivo con altos estándares de seguridad que se realiza con un novedoso aparato médico patentado. El nanopore cuenta con la tecnología de punta para realizar diminutos microcanales o nanopunciones  de  0,25mm a 1,5mm de profundidad. Estos microcanales aumentan la permeabilidad y facilitan la penetración y absorción de los diversos principios activos como ácido hialurónico, factores de crecimiento, despigmentantes, vitaminas y antioxidantes. La generación precisa y controlada de estos microcanlaes desencadena  la formación de colágeno, fibras de elastina y factores de crecimientos endoteliales, activando los mecanismos que tiene la piel para la autoreparación.

La crioterapia es un procedimiento que consiste en la aplicación controlada y precisa de nitrógeno líquido para cierto tipo de manchas o de lesiones de aspecto verrugoso que se suelen presentar en cara, pecho, espalda y dorso de manos en adultos mayores. Actúa a través de la disminución de la temperatura, hasta lograr una congelación de las células que contienen el pigmento, dando como resultado un daño controlado y exfoliación de la mancha o lesión.

Cualquier persona es susceptible de desarrollar manchas obscuras en la piel.

 A continuación, se enlistan algunos de los factores predisponentes más frecuentes:

• Exposición constante al sol 
• Problemas de la piel que cursan con inflamación (acné, rosácea, eccema, psoriasis)
• Embarazo
• Automedicación con cremas perjudiciales para la piel
• Lesiones o traumatismos en la piel
• Uso de anticonceptivos hormonales
• Ingesta de medicamentos que aumentan la pigmentación
• Diabetes mellitus